«Els Mossos d’Esquadra» empiezan a investigar

Hoy el diario comarcal de Tarragona (El Punt) nos trae en la contraportada un escrito de JOSEP M. PENA en el que se nos cuenta que la policía catalana (Mossos d’Esquadra) han empezado a investigar el caso de las avionetas misteriosas que disuelven las lluvias de la Catalunya central. No hace falta decir que no solo son estas avionetas sino que hay aviones cisterna militares del tamaño de un boeing fumigando y esparciendo productos químicos por todo el planeta. Pero bueno algo es algo, y espero que esta investigación les sirva para sacar conclusiones también de los rastros químicos de kilómetros que dejan estos AVIONES CISTERNA y no solo de las avionetas.

Esperemos que «els Mossos d’Esquadra» se porten como es debido y lleguen a estudiar también el caso de las estelas quimicas CHEMTRAILS. A ver que sacan en claro de todo esto.

Os dejo la foto original del articulo, y debajo la traducción del mismo.

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Misterios y conspiraciones

«Aquellos que las han visto sospechan que la misión de tantos vuelos sospechosos consistiría a dispersar las nubes y evitar la lluvia, todo sembrando los cielos de la Catalunya central con yoduro de plata»

El pasado miércoles leía, en este mismo diario, una noticia que me dejó de lo más confuso . E intranquilo. Y suspicaz. Paro los adjetivos y paso al tema. Resulta que los Mossos d’Esquadra investigan la extraña actividad de unas avionetas que, según mucha gente afirma, sobrevuelan desde finales del 2007 las comarcas del Solsonès, la Anoia y el Bages. Aquellos que las han visto sospechan que la misión de tantos vuelos sospechosos consistiría a dispersar las nubes y evitar la lluvia, todo sembrando los cielos de la Catalunya central con yoduro de plata. Un producto, segun dice el texto periodístico, que sirve para esta curiosa función: hacer que no llueva. No era la primera vez, que me encontraba con una cosa así a los papeles. Pero hasta ahora los rotativos a duras penas le dedicaban un breve, a esta teoría, y yo, pobre de mí, lo había relacionado con aquello que denominamos leyendas urbanas, aunque en este caso seria una leyenda rural. Recuerdo que, hace unos años, hubo una animada polémica a la sección de cartas al director de otro diario alrededor del que se denominó «el extraño pájaro que, por la noche, sobrevuela Barcelona». había quien decía que lo había visto. De otras negaban la existencia, de otras, todavía, afirmaban que era un helicóptero experimental de la policía. Finalmente, entre hipótesis, refutaciones y comentarios diversos, la discusión se fue apaciguando, hasta desaparecer del todo, tan misteriosamente como el pajarraco nocturno, del cual quedamos sin saber nada de concreto.

Pero la noticia del miércoles me obliga a mirarme este caso de otro modo. Allí se indica que el Ayuntamiento de Castellar de la Ribera ya lo había denunciado el mes de agosto pasado. Observamos que se trata de una institución, y no de un particular. Alguna base material debe tener al fin y al cabo, si los Mossos d’Esquadra se lo han tomado seriamente, hasta el punto de abrir una investigación. O sea que, de leyenda, rural o urbana, nada de nada. Hechos y sólo hechos, todavía presuntas, que hace falta averiguar y aclarar, como cualquier otra cosa de la vida real. Y es aquí, dónde empieza la perplejidad. Desperdigar las nubes, parar la lluvia. Quien la haría, una cosa así? Y de manera continuada! El paso siguiente, y todos lo hemos hecho ya mentalmente, seria relacionar los vuelos con la sequía. De bien seguro que no son la causa directa, porque un fenómeno natural tan amplio, y extremo, no lo pueden provocar ni sostener unas cuántas avionetas, pese a las malas intenciones que puedan tener. Pero, dicho esto, a sabiendas de que hay sequía, a qué extraño interés sirve, la presencia persistente de los aparatos voladores? Añadir más leña al fuego? Evitar un incremento puntual de las reservas de los embalses? Descartada una estrategia comercial irregular y extrema, a la vista de las negativas reiteradas a vender por parte de los propietarios de agua, sólo nos quedaría una explicación, todavía peor.

Es por pura crueldad, que hay alguien que no quiere que llueva. Es por pura crueldad, que alguien observa vacilar el gobierno, mientras los territorios se sienten amenazados y los habitantes del área metropolitana –gente normal y corriente, que tampoco tiene la culpa– se preparan para unos meses de restricciones… Noto que me he de parar aquí, porque la especulación me lleva demasiado lejos. Ojalá los «Mossos d’Esquadra» encuentren pronto el culpable, porque la situación ya es lo suficiente seria sin necesidad de misterios caseros. Enigmas que alimentan, como yo mismo en esta página, las más raras teorías de la conspiración. La mala suerte, y la incompetencia, ya son enemigos lo suficiente serios. Sólo faltaría, ahora, añadir malos de carne y huesos. Sería excesivo.

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